UNEARTE Barinas y su impacto en la ciudad

Noelia Capuani
Prensa I.A.C.E.B.
Martes 10-07-2018
Barinas-Venezuela 

Basado en una consulta realizada mediante una encuesta piloto donde se tomó en cuenta sólo  cultores agremiados a algunas instancias cercanas al Instituto Autónomo de Cultura del Estado Barinas (IACEB) donde se les preguntaba en líneas generales sobre la factibilidad de la creación de una extensión de la Unearte para Barinas, proyecto visionario, el cual no solo tendría el propósito de formar artistas y docentes en las diferentes ramas del arte, sino que también garantizaría la protección y conservación  de nuestro patrimonio,  se elaboró un diagnóstico que se está presentando a los organismos competentes, con la esperanza de obtener una respuesta satisfactoria que permita consolidar  este sueño que beneficiaría a toda la colectividad barinesa.  

El promotor y creador principal de esta idea es el comité PRO-UNEARTE Barinas, un grupo de personas interesadas en el desarrollo educativo y cultural, encabezado por el director de la escuela de artes plásticas Cristóbal Rojas, Arnaldo Erazzo, la doctora Fanny Ladino y el doctor Jesús Tapia.

Este equipo ha considerado pertinente solicitar la creación de una extensión de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE), para el estado Barinas, que vendría a cubrir un espacio que está vacante, y que le daría a la región la posibilidad de convertirse en una fuente de conocimientos para todos sus ciudadanos, pues nos permitiría cambiar la manera de comprender, conocer y aprehender la realidad.

Cabe resaltar que debido a la carencia de este tipo de casas de estudios en toda la región; nuestros jóvenes se han visto en la necesidad de trasladarse a otros estados del país para adquirir el conocimiento académico adecuado que les permitirá a mediano y largo plazo compartir estos saberes o realizar una carrera artística con todo el aval necesario que debería garantizarles desarrollar sus propuestas y vivir dignamente de su profesión. 

Erazzo expresó: “La importancia de establecer esta institución en nuestro territorio no se remite solamente a los amantes del arte. No, va mucho más allá, incluye a toda la población. Porque el horizonte que se perfila es la municipalización de la universidad, lo que implica la integración de diversos sectores de la sociedad. Esto como es de suponer requiere voluntad política, ciertos sacrificios y desprendimientos, como son ceder algunos espacios públicos ubicados en el centro histórico para el funcionamiento del esperado órgano de educación, con lo cual se garantizaría la protección y conservación de nuestro patrimonio y al mismo tiempo mantener viva la memoria histórica que poco a poco ha ido desapareciendo del imaginario barinés.

Por otra parte sería también un atractivo turístico por excelencia y una oportunidad extraordinaria para darle vida al centro de la ciudad. Además, por estar en el perímetro del Palacio de Gobierno ofrecería a los estudiantes, profesores, vecinos, comerciantes y visitantes, un amplio margen de seguridad.

Barinas tiene toda la infraestructura requerida para el funcionamiento de esta universidad. Basta con mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que en el centro histórico, un área que no sobrepasa las ocho cuadras, hay una gran cantidad de inmuebles con espacios expositivos, escenarios (seis en total, la mayoría de ellos subutilizados), aulas de clase, talleres de arte, áreas de oficina, dos estacionamientos cercano y otra serie de ventajas que fortalecen el propósito.”

Este proyecto que está siendo presentado a la comunidad y a las autoridades competentes a nivel regional y el central, propone, entre otras posibilidades, que la extinta casa de la cultura “Napoleón Sebastián Arteaga”, inmueble con una gran data histórica, sea  la sede de la Coordinación de la Extensión de la deseada institución educativa. De igual forma la escuela de artes plásticas “Cristóbal Rojas” infraestructura que reúne todas las condiciones para ser la sede de la Extensión del Programa Nacional de Formación de Artes Visuales  porque tiene la ventaja de tener oficinas, aulas de clase, talleres de grabado, serigrafía, dibujo, pintura, escultura, cerámica, que ya están constituidos y únicamente se necesitaría una inversión mínima para fortalecerlos, e igualmente tiene una galería de arte.

Para la sede de la Extensión del Programa Nacional de Formación de las Artes Auditivas y Musicales, qué mejor lugar que  la casa donde funciona la Escuela de Música “José Ángel Lamas”, cuyo establecimiento posee doce salones de clase, espacios para oficinas, un escenario al aire libre y un estacionamiento interno capaz de albergar alrededor de treinta vehículos y que está a menos de cien metros de la plaza Bolívar, lo que facilitaría el acceso de todos los ciudadanos. Y en previas consulta, está dispuesta a ceder sus espacios para que la universidad sea una realidad.

Por otra parte existen diferentes ámbitos, a muy corta distancia de lo que pudiera ser la sede administrativa de la universidad, o rectorado, (en este caso valoramos todo el entorno de la antigua Casa de la Cultura Napoleón Sebastián Arteaga) que bien podría atender todo lo referente al Programa Nacional de Formación de las Artes escénicas, incluyendo los Auditórium  de entidades como el Liceo Daniel Florencio O’Leary, el Grupo Guárico, el Teatro Municipal, que esperamos sea inaugurado muy pronto, La Casa del Alba y el Teatro Orlando Araujo.

Sumado a todo esto hay otros edificios, otras edificaciones, que están prácticamente abandonadas, y que son extraordinarias para el fin que se pretende lograr. Ejemplo de ello es lo que fue la sede de la Fundación Nacional de Instrumentos Musicales (FUNDIAM), que también es pertenencia del estado y está a un lado de la urbanización Don Samuel. Esta es una edificación muy bien situada y bastante espaciosa, que con una inversión modesta, sería perfecta para ser sede de cualquier extensión de la universidad; y si se quisiera asignarle usos adicionales  como delimitar ciertas áreas para el funcionamiento de talleres de lutheria, escenografías, fabricación de zapatos de danza, alpargatas, utilería para actividades teatrales, pelucas, vestuarios. Posee así mismo sitios expositivos, jardines, una terraza donde tranquilamente funcionaría un restaurant o una cafetería, y otras posibilidades como son por ejemplo, instalar allí una proveeduría cultural.

Otros predios que deberían sumarse a este proyecto son las casas donde nacieron los ilustres poetas Alberto Arvelo Torrealba y Rafael Ángel Insausti y la casa que sirvió de residencia a los  Secretarios Generales de Gobierno, situadas en el llamado callejón de la Casa de la Cultura Napoleón Sebastián Arteaga, que del mismo modo que las demás son propiedades del estado, de tal manera que este corredor igualmente se convertiría en parte de la Universidad.

No está demás reseñar que Barinas tiene una gran tradición literaria, por lo tanto no sería descabellado que allí funcionara una Escuela de Letras o La Casa de las Letras Barinesas, o como se le quiera llamar, pero que sea un ente donde la literatura no sea mostrada solamente como un adorno o como una herramienta de comunicar o de enunciación formal de los discursos, sino que al mismo tiempo sea una herramienta política, ética, artística, por lo tanto estética, de comprensión de la realidad.

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En todo ese perímetro sobran sitios que son perfectamente museables. Lo que enriquecería nuestro patrimonio artístico y el embellecimiento de la ciudad. Experiencias de este tipo se han realizado en diferentes países, donde los artistas, los estudiantes, los profesores, intervienen determinados espacios con esculturas, murales y otras expresiones artísticas que a la larga se convierten en iconos y atractivos turísticos por excelencia.

Pero esto no se queda allí, hay otros espacios físicos que tranquilamente pueden ser adaptados al proyecto. Tales como el Espacio Cultural Comunitario Barinas en La Cinqueña III, el antiguo Ateneo de Barinas, y otros… En resumidas palabras la Universidad debe ser la ciudad.

Agregado a todo lo expuesto, se cuenta con tres cosas que son primordiales: la matricula necesaria, el respaldo de la comunidad y la voluntad de quienes administran los espacios.

Se espera que los organismos competentes den el visto bueno para consolidar tan anhelado proyecto que tanta hace para el desarrollo educativo, cultural, turístico y patrimonial de la ciudad.